Ghana

La verdad es que hace tiempo que quería estrenarme como blogger, pero el miedo a la inconstancia había podido conmigo hasta hoy.

El motivo del primer post: mi viaje a Ghana. No es por placer sino por trabajo, aunque esta es la parte bonita de lo que hago en World Vision: conocer de primera mano los proyectos que he visto en letras y números... y, sobre todo, a los fabulosos compañeros de terreno y a los beneficiarios de nuestros proyectos.

Sé de Ghana que es un país tropical, que formaba parte de lo que en el Siglo XVI se llamó la Costa del Oro, con la que comerciaban portugueses, holandeses y otros europeos y que en el siglo XIX fue colonia británica (de ahí que el idioma oficial sea el inglés, aunque en el país se hablan ¡78 lenguas más!). 

Sé que fue país de negreros y esclavos. Sé que tiene grandes riquezas naturales pero que, para variar, no están bien gestionadas: no se procesa el delicioso cacao que produce el país, ni muchas otras materias primas que exportan sin procesar (o casi), obteniendo mínimos beneficios, mientras que se importan productos industriales. Sé que la riqueza está mal distribuida ¡Vaya novedad!

Sé también que la esperanza de vida es de 57 años, que de cada 1.000 niños que nacen, 76 se mueren antes de cumplir los 5 años y que un tercio de la población vive con menos de un euro al día...

¡Tengo unas ganas locas de ver qué pinta tiene este país!

 Si Dios quiere y el internet lo permite, os lo iré contando en los próximos días...